¿Tu hijo se aleja y se pierde – ¿Qué puedes hacer?
Es la pesadilla de todo padre: tu hijo ha desaparecido de tu vista. Tal vez estabas revisando precios y tu pequeño se escapó, o quizás tu hija vio un perro…

A teenage boy in casual jeans and a white shirt walks down a sunlit park path, his hands in his pockets, enjoying a peaceful day outdoors amidst trees and greenery
Es la pesadilla de todo padre: tu hijo ha desaparecido de tu vista. Tal vez estabas revisando precios y tu pequeño se escapó, o quizás tu hija vio un perro afuera y logró abrir el pestillo. Solo toma segundos para que un niño se escape de tu cuidado. Para la mayoría de los padres es una crisis breve que termina llamándolos por su nombre o buscando en el área cercana. Pero ¿qué pasa si tu hijo no puede hablar y no puede responder a tus llamadas? ¿O si tiene miedo a los extraños, ruidos fuertes o mucha actividad?
¿Qué pasa si tu hijo tiene autismo y se siente obligado a escapar?
El Instituto Child Mind, una organización nacional sin fines de lucro que brinda educación y recursos sobre la salud mental y los desafíos de aprendizaje de los niños, describe este comportamiento como deambular, fuga o escape repentino, y es común en niños con autismo. Aproximadamente el 50 por ciento de los niños con autismo entre 4 y 10 años han deambulado - cuatro veces más que sus hermanos sin autismo. Aunque alcanza su punto máximo durante los años preescolares, casi el 30 por ciento de los niños con TEA entre 7 y 10 años todavía deambulan, ocho veces más que sus hermanos. Este rasgo es tan común que los médicos ahora tienen un código diagnóstico para el deambular en el diagnóstico de autismo.
¿Por qué se escapan?
La Asociación Nacional de Autismo explica que el deambular/escape es frecuentemente un intento de llegar a algo que quieren o alejarse de algo que les molesta. Pueden ver algo que captura su interés y quieren investigarlo. Pueden estar escapando de una situación que los hace sentir ansiosos o asustados, como el ruido y el alboroto.
Como los niños con autismo tienen un sentido más débil del peligro, el deambular puede ponerlos en riesgo de perderse o lastimarse. No comprenden la profundidad o velocidad del agua o los riesgos de un carro caliente. El ahogamiento es la causa de muerte de casi 3 de cada 4 niños con autismo que se alejan solos, seguido por lesiones de tráfico. La deshidratación, el golpe de calor y la hipotermia pueden ocurrir rápidamente en un día caluroso.
Más de un tercio de los niños con autismo que deambulan/escapan nunca o raramente pueden comunicar su nombre, dirección o número de teléfono. Incluso los niños verbales pueden tener dificultad para comunicarse con alguien nuevo en una situación estresante. La policía puede no darse cuenta de que no pueden responder de la manera que quieren.
Entonces, ¿cómo lidian los padres con esto? La Academia Americana de Pediatría ofrece consejos que ayudan a los padres y cuidadores a tratar con un niño que deambula. Primero, conoce los factores que provocan el deambular en tu hijo y trata de mitigarlos. Considera auriculares con cancelación de ruido si el ruido es un factor desencadenante, especialmente cuando estés fuera de casa o la escuela. Asegura tu casa; cierra y tranca las puertas que dan al exterior y no te olvides de las ventanas. Considera poner alarmas en las puertas para que te alerten si se han abierto.
Asegúrate de que los maestros, familiares y otros cuidadores de tu hijo entiendan el riesgo y lo importante que es mantener a tu hijo ocupado para reducir su impulso y oportunidad de deambular. La Asociación Nacional de Autismo ofrece guías para cuidadores, maestros y personal de emergencia, para educarlos sobre el problema, los pasos para prevenir el deambular y qué hacer si tu hijo se escapa.
¿Van a salir? Usen el método de "equipo" para asegurarse de que su hijo siempre esté supervisado.
Recordando que casi un tercio de los niños que deambulan no pueden comunicar quiénes son o cómo contactarte, considera dispositivos de monitoreo como rastreadores GPS. Marca su nombre en su ropa y compra una etiqueta de alerta médica. Project Lifesaver u otros programas pueden estar disponibles a través de tus agencias locales de la ley.
Las piscinas en casa deben estar rodeadas por una cerca que pueda evitar que un niño entre desde la casa. Las alarmas flotantes para piscinas y los dispositivos personales que suenan cuando se mojan son excelentes inversiones para cualquier padre con niños pequeños y una piscina cercana. Recuerda siempre: si un niño o adulto con autismo está perdido, ¡llama al 911 y busca primero en el agua!
¿Un último consejo? Descansa. Para ambos. Los niños con TEA pueden estar menos hiperactivos y menos propensos a deambular si puedes establecerles un horario regular de sueño, mientras que los cuidadores que duermen lo suficiente también están más vigilantes.
¿Tienes un hijo que deambula? Prepárate cuando llames pidiendo ayuda. La Academia Americana de Pediatría tiene una guía de referencia del Plan de Emergencia descargable para ayudar a proporcionar la mejor información a la policía y vecinos para cualquier niño perdido.